La situación que venimos visualizando y denunciando desde comienzos del cambio de gobierno, sobre paralización de obras, instalación de máquinas y conquista de nuevos productos y mercados ha llegado a un punto de no retorno.
Como hemos comunicado anteriormente y en los discursos del abrazo a Nuestra Casa de Moneda, no hay perspectivas de nuevos contratos de billetes durante el año próximo, ya que la última licitación habla de un periodo de abastecimiento hasta Julio 2025, pedido que será fabricado en el exterior. Situación que produce un gasto extra a las reservas de divisas del propio B.C.R.A.
La noticia de suspensión de tareas, tuvo un impacto mediático en los principales diarios y portales de noticias, que mas allá del tinte ideológico nos deja la sensación que “parar las máquinas a las
22:00 horas es terminar con la inflación”, cuando la emisión de títulos y bonos de deuda es record.
Nada del conjunto de trabajadores tiene que ver con las decisiones políticas y comerciales de la Empresa, tampoco los trabajadores están involucrados en la creación de pasivos y problemas
financieros, los cuales se agravan por la decisión del B.C.R.A. de manera inresponsable.
Cuando se preguntó a los funcionarios sobre las deudas de la empresa, sólo nos respondieron sobre las pésimas gestiones anteriores, pero sin ningún tipo de denuncia, investigación sobre el
porque de dicha situación. Se naturaliza el endeudamiento, si es que realmente existe y puede ser comprobado, con una politica sincronizada de vaciamiento. Entendiendo que Casa de Moneda ha
quedado a medio camino en la renovación tecnológica.
Lo que está en juego, son los millones invertidos en máquinas de última tecnología, insumos, clientes estratégicos y sobre todo el patrimonio inmobiliario de la empresa.
La primera medida de impacto fué el cierre del Jardín de infantes “La Monedita” aduciendo altos
costos, pero ¿porque el jardín no puede estar abierto al público general, para compartir los gastos operativos?