“La cámara patronal se niega a ajustar el salario según la inflación, que hicieron que los salarios quedaran atrasados 45 puntos. Es decir, necesitan 45% de aumento de los salarios que tenían en febrero pasado para mantener el nivel adquisitivo de febrero. Hay que tener encuentra que los productos que consumen los trabajadores tuvieron más aumentos que el promedio de los precios de la economía”, indicó Zamboni Siri en declaraciones a AM750.
Agregó: “Un ejemplo de los niveles de ganancia lo podemos ver con una sola planta en Rosario, donde trabajan cien personas y despachan 50 camiones de ladrillos diarios, con un valor de venta de unos 170 millones de pesos. Eso es lo que ganan y no quieren recomponer los salarios de sus propios trabajadores”.
La huelga ceramista afecta a 35 empresas con fábricas de pisos y revestimientos o ladrillos de cerámica roja en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, San Juan, Mendoza, Salta y Tucumán.
“Las empresas quieren aplicar, en línea con este gobierno nacional, un ajuste clásico sobre el salario de los trabajadores para compensar la menor ganancia que tienen en medio de la recesión que generó Milei. De todos modos, siguen ganando mucho y por eso se niegan a mostrar los balances, pero Cerro Negro, que cotiza en Bolsa y tiene sus balances públicos ganó 1200 millones de pesos en el primer trimestre del año”, señaló Zamboni Siri.
El jueves pasado, la Focra inició una huelga por 96 horas, que culminaba ayer, pero los trabajadores decidieron continuarla hasta el jueves. Fue una decisión ante la medida de empresas como Cerro Negro que aplicó un lockout patronal par “castigar a sus trabajadores que le reclaman una recomposición salarial acorde con la inflación”, dijo Zamboni Siri.
Según detalló la Focra en un comunicado de prensa al iniciar la huelga la semana pasada, la Cámara de Fabricantes de Pisos y Revestimientos Cerámicos y la Cámara Industrial de Cerámica Roja quiere cerrar la paritaria 2023/2024 “con una rebaja del salario real y extender su vigencia sin aumentos por los meses de mayo y junio, congelando así los salarios hasta fin de año o hasta tanto ellos consideren que están en condiciones de otorgar nuevos aumentos”.
Zamboni Siri agregó: “El costo salarial es muy bajo porque son empresas muy tecnificadas. Hay una decisión política del gobierno nacional y de las empresas que se encolumnan detrás de él que es que el ajuste caiga sobre el salario de los trabajadores. Es un ajuste clásico del neoliberalismo”.