“Fuimos recibidos por sucios lúmpenes que nos mataron a palazos y a tiros. Yo todavía tengo dos plomos en el cuerpo de aquella vez. Fue un día muy jodido, porque liberaron la zona para atacarnos”, indicó el dirigente de la Federación de Obreros Portuarios, Marítimos, y Navales de la República Argentina dentro de la CTA.
Y por el otro puntualizó sobre un conflicto con la empresa NBO… “Fuimos con un grupo de guincheros a la casa del dueño de la empresa, Ramón Alarcón, con quien no pudimos dialogar porque no se encontraba allí. Pero al día siguiente, su supuesta ex mujer vino a mi casa, me sugirió que no vaya más a la suya y me señaló que tenía amigos en algunos barrios de Campana”.
Sin embargo, Rodríguez aseguró que… “si el objetivo es asustarme, no pueden estar más equivocados, porque a lo único que le puedo temer es a la derrota política en la lucha con los compañeros. La muerte es inevitable, es un hecho de la vida, así que no es un miedo”.