Desde el Sindicato de Prensa Bonaerense recuerdan a José Luís Cabezas.

Con un documento publicado en la red social Facebook el gremio que agrupa a los hombres y mujeres de la prensa de la provincia de Buenos Aires piden Justicia al cumplirse 17 años del crimen del fotógrafo.

 

“Como todos los 25 de enero nos volvemos a reunir frente al monumento a José Luis Cabezas en plaza San Martín, a las 10:30 horas, para rendirle homenaje y, a la vez, reiterar el peligro siempre latente que puede acarrear la intolerancia, la corrupción y su principal cómplice: La impunidad.

Precisamente porque esa es la síntesis de lo ocurrido aquel 25 de enero de 1997 en Pinamar.

Como consideramos imprescindible repetirlo una y mil veces, mientras, con argumentos falaces y excusas de todo tipo, se siga pretendiendo que los periodistas digan, escriban y muestren solamente lo que convenga a la política de turno, a los poderosos de siempre y/o los que aprovechan para enriquecerse.

A José Luis lo secuestraron y luego lo mataron alevosamente por haber cumplido su tarea. Después se procuró por todos los medios desviar la investigación, que en un comienzo llevaron a cabo los propios asesinos, para que no fuesen identificados los policías y sus cómplices y, por fin, maniobraron judicialmente para eludir el castigo, como en gran parte consiguieron.

Lo dijimos antes de que ese horrendo episodio ocurriera, lo reiteramos luego y hoy seguimos alertando. Si no se respeta la Libertad de Información, ni se deja trabajar libremente a los periodistas y se pasan por alto permanentes agresiones “menores” que los tienen como víctimas cuando desempeñan sus actividades –lamentablemente, muchas veces por parte de funcionarios y personajes vinculados con el poder que deberían dar el ejemplo-, la espiral de violencia se puede convertir en nubarrones que pongan en riesgo derechos fundamentales de la Sociedad.

Por eso, no nos olvidemos de Cabezas, de las movilizaciones populares que a lo largo y a lo ancho del País repudiaron el hecho y pidieron el castigo de los culpables; de Miguel Brú, cuyo cuerpo sigue sin aparecer, y de todos las mujeres y los hombres de prensa que fueron y son hostigados por cumplir con su deber.

Es lo menos que podemos hacer”.